domingo, 29 de abril de 2007

Josè Saramago dixit:


Contrariamente a lo que afirman los ingenuos


(todos lo somos alguna vez),


no basta decir la verdad.


La verdad serviría muy poco en el trato con las personas


si no fuera verosímil,


y tal vez debiera ser esa su cualidad principal.


La verdad es apenas la mitad del camino,


la otra mitad es la credibilidad.


Por eso hay mentiras que pasan por verdades


y verdades que son consideradas mentiras.


Josè Saramago,

en

El Equipaje del Viajero



jueves, 26 de abril de 2007

Partenogènesis


Todos los que me daban consejos
están más locos cada día.
Por suerte no les hice caso
y se fueron a otra ciudad,
en donde viven todos juntos
intercambiándose sombreros.

Eran sujetos estimables,
políticamente profundos,
y cada falta que yo hacía
les causaba tal sufrimiento
que encanecieron,
se arrugaron,
dejaron de comer castañas,
y una otoñal melancolía
por fin los dejò delirantes.

Ahora yo no sé qué ser,
si olvidadizo o respetuoso,
si continuar aconsejado
o reprocharles su delirio:
no sirvo para independiente,
me pierdo entre tanto follaje,
y no sé si salir o entrar,
si caminar o detenerme,
si comprar gatos o tomates.

Voy a tratar de comprender
lo que no debo hacer y hacerlo,
y así poder justificar
los caminos que se me pierdan,
porque si yo no me equivoco
quién va a creer en mis errores?
Si continúo siendo sabia
nadie me va a tomar en cuenta.

Pero trataré de cambiar:
voy a saludar con esmero,
voy a cuidar las apariencias
con dedicaciòn y entusiasmo
hasta ser todo lo que quieran que uno sea
y que uno no sea, hasta no ser sino los otros.
Y entonces si me dejan tranquilo
me voy a cambiar de persona,
voy a discrepar de pellejo,
y cuando ya tenga otra boca,
otros zapatos,
otros ojos,
cuando ya sea diferente
y nadie pueda conocerme seguiré
haciendo lo mismo
porque no sé hacer otra cosa.




Pablo Neruda

Extravagario

Arte: Delia Iglesias

martes, 24 de abril de 2007

ANTONIO GAMONEDA : Pavana Impura




1. Tu cabello en sus manos; arde en las manos del vigilante
de la nieve.
Son las cebadas, la siesta de las serpientes y tu cabello en elpasado.
Abre tus ojos para que yo vea las cebadas blancas: tu cabeza

en las manos del vigilante de la nieve.


2. Todos los árboles se han puesto a gemir dentro de mi espíritual
recordar tus bragas en la oscuridad, la luz debajo de tu piel,
tus pétalos vivientes.
Atravesando los aniversarios, a veces viajan las palomas ebrias.
Venga desnuda tu misericordia, ah paloma mortal, hija del

campo.

3. El mirlo en la incandescencia de tus labios se extingue.
Yo siento en ti grandes heridas y te desnudas en mis fuentes.
Se extingue el mirlo en las alcobas blancas donde soy ciego,

donde,
algunas veces,
suenan en ti grandes campanas.


4. Busco tu piel inconfesable,
tu piel ungida por la tristeza de las
serpientes; distingo tus asuntos invisibles,
el rastro frío del corazón.
Hubiera visto tu cinta ensangrentada,
tu llanto entre cristalesy no tu llaga amarilla,
pero mi sueño vive debajo de tus párpados.


5. La inexistencia es hueca como las máscaras
y su visión es
lívida,
pero tú oyes el grito de las madres del agua y acaricias
los ojos que vieron la inexistencia.



6. Nuestros cuerpos se comprenden cada vez más tristemente,
pero yo amo esta púrpura desolada.
Ah la flor negra de los dormitorios, ah las pastillas del amanecer.


7. Entra otra vez en las alcobas blancas.
Grandes son las jarras de la tristeza en las manos mortales.
Entra otra vez en las alcobas blancas.


8. Amor que duras en mis labios:
Hay una miel sin esperanza bajo las hélices y las sombras
de las
grandes mujeres y en la agonía del verano baja como mercurio
hasta la llaga azul del corazón.
Amor que duras: llora entre mis piernas,
come la miel sin esperanza.


9. Ha venido tu lengua; está en mi boca
como una fruta en la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame,
amor mío, la sombra.

10.Llegan los animales del silencio,
pero debajo de tu piel arde la amapola amarilla,
la flor del mar ante los muros calcinadospor el viento y el llanto.
Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos

abandonados por la esperanza.

11. He envejecido dentro de tus ojos;
eras la dulzura y el exterminio
y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.
Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,
pero tú pesas en mi corazón y, como una miel oscura,

yo te
siento en mis labios al ir hacia la muerte.

12. Eres como la flor de los agonizantes
que es invisible mas su aroma entra
en la sombra nasal y es la delicia,
todo en la vida, durante algún tiempo.


13. En la humedad me amas
y eres azul en tus pezones. hablas
suavemente en mis labios y regresas
a tu prisión en la melancolía.



14. Tu cabello encanece entre mis manos y, como aguas silenciosas,
nos abandonan los recuerdos. siento la frialdad de la existenciapero
tu olor se extiende en las habitaciones y tu lascivia vive en
mi corazón y entra mi pensamiento en tus heridas.



15. Existe el mar en las ciudades blancas,
coágulos en el aire dulcemente sangriento,
sábanas en la serenidad.
Existen los perfumes inguinales, lenguas en las heridas femeninas
y el corazón está cansado.
Entra con tus campanas en mi casa, pastora ciega, sin embargo,
como si no tuviera la dulzura su fin aún en las ciudades blancas.

domingo, 22 de abril de 2007

El escribe






Lo que decis sobre el amor Platònico...
En verdad te muestra hogareña, pues Platònico, me suena a azul profundo
y a jubiloso erotismo, y a libertad...
Has dejado la puerta abierta...
Vuestra casa se parece a mi pecho...
Azul aèreo...
Profundamente solariego...
Ebrio, como el barco de Rimbaud...
Aqui te dejo.
Con la marea caliente bailando en la ventana.

Ella


Vértigo o contemplación de algo que termina
Esta lila se deshoja.

Desde sí misma cae y oculta su antigua sombra.

He de morir de cosas así

Alejandra Pizarnik


Ella estalla en un càntaro de llanto.
Es ahora una niña a quien han castigado
y han puesto en penitencia.
La penitencia es tacharla de la virtualidad.
S tachado.
Ella llora en un rincòn.Su corazòn late.Tiene miedo.
No llores niñita.
Ella llora un llanto que le sale de las entrañas.
Ha descubierto que la vida es una perpetua despedida.
Un incesante desencuentro.
A duelar niñita.
Ella restrega los ojos y mira hacia atràs.
Ella en interminables imàgenes llorando.
Un espejo donde se van sucediendo cada una de sus muertes.
Todas ellas, nutridas de espanto, sollozan.
No mires hacia atras niñita.Sara se convirtiò en estatua de sal.
Ella llora un llanto de làgrimas perfumadas y amargas.
No llores niñita.Nadie merece ni una sola de tus làgrimas.
La niña llora un llanto acompasado y manso...
No llores niñita.Te contarè un cuento sufì.
Que tu madre nunca te ha abrazado?
Que tu padre muriò hace mucho?
Tu eres tu madre niñita auque te niegues a crecer.
Toma mi mano.Sal de la virtualidad.Anìmate.

Patricia


Perfume para un hombre

No es porque si.
Solo porque me arrebate asi nomás, o me sea necesaria, la idea de que

bajo el infierno debe haber otro cielo y asì sucesivamente,
unos sobre otros, como infinitas capas de cebollas,
las que me dieron ganas de hacerte sombra unos minutos....
No sè si en todo puede ser parte de una vida, tu fuerza.
Lo que sé, es que si fuera como el fuego tu fuerza,
la mia seguramente debería tener el cuidado de ser abierta.
Por eso, ha de ser natural que me arrebaten estas ideas Dantescas...
Como si sintiera las tuyas, bajo mis pies o encima de mi cabeza....
Guárdame por favor, de tu libertad que yo lo haré de mi fuerza,
cuando se haga porosa nuestra conciencia o imaginación...
De tal modo, que cuando nos filtremos de uno a otro infierno o cielo,
nos quede bien sentir lo que sintamos en ese momento.
No como tú, que hasta ahora, rencor o indignación...
¿Qué crees?. Que vives lejos?. Se escucha todo lo que piensas hasta acá nene!!!!...
Yo tampoco soy una santa...
Pero no dejo que nada ponga negro mi corazón!!!



Palabra hablada, palabra escrita...

Soy una gaviota que ha volado por muchos mares y se ha posado en muchos peñascos,
que se ha enamorado del amor,
que ha volando siempre contra el viento de la mañana para sentir sus caricias,
bebiendo la libertad despacio y de a sorbos pequeños;
que ha dejado sus huellas en arenas ardientes,
con el sol y las estrellas como mudos cómplices
que siguen acunando fantasías y sueños que nunca mueren.
Observo desde la altura, desplegando mis alas en vuelo de cortejo, esperando que te eches al viento, y vengas a mi encuentro, aleteando con la frescura de tu poesía y la agudeza de tu inteligencia y sensibilidad...

Anònimo

Bievenid@s al Blog!!!