Se disponía a decir: “Vengo de parte de Fulano”, pero vio una cara de tan pocos amigos que, antes de tomar asiento, se incorporó, se puso el sombrero y dijo, dando la espalda: - Me voy de parte de Fulano. (Jules Renard, Journal)
JLB y Bioy Casares,
Cuentos breves y extraordinarios
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