sábado, 21 de julio de 2007

Escritoras : Marina Tsvetaeva



UN RICO SE ENAMORÓ DE UNA POBRE



Un rico se enamoró de una pobre,
Un sabio se enamoró de una tonta,
Un hombre robusto se enamoró de una anémica,
Un bueno se enamoró de una mala:
La moneda de oro, de la de cobre.

-Comerciante, ¿dónde quedaron tus lujos?
-En un canasto agujereado.

-Orgulloso, ¿dónde quedó tu sabiduría?
-Bajo la almohada de una mujerzuela.

-Galán, ¿dónde quedó el carmín de tus mejillas?
-Se lo tragó la noche negra.

-¿Dónde quedó la cruz de plata con su cadenita?
-Bajo las botas de la muchacha.

Rico, no ames a la pobre.
Sabio, no ames a la tonta.
Hombre robusto, no ames a la anémica.
Bueno, no ames a la mala.
Moneda de oro, no ames a la moneda de cobre.






" Quizás la mejor victoria sea
sobre el tiempo y la atracción,
pasar sin dejar huellas,
pasar sin dejas sombra

en las paredes...

Quizás renunciando
vencer? Quién del espejo se borra?
Así como Lermontov en el Cáucaso
colarse sin inquietud en las rocas.

Es quizás la mejor diversión
con los dedos de Sebastián Bach
del órgano provocar el son?
Despedazarse sin dejar

cenizas para la urna...

Quizás por engaño
vencer? De toda latitud darse de alta?
Así en el tiempo tal océano
colarse sin inquietar las aguas... "


Insinuarse
(Rusia, 1892-1941)

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