jueves, 7 de junio de 2007

Algo de mi









"Porque lo nuevo no está en lo que se dice, sino en el acontecimiento de su retorno
Como si el discurso, lejos de ese elemento trasparente y neutro en el que la sexualidad





se desarma y la política se pacifica fuese más bien uno de esos lugares en que se ejercen,





de manera privilegiada, algunos de sus más temibles poderes (Michel Foucault)"
















Hace más de cincuenta
años, mi madre, quedó embarazada .Hacía diecisiete que había nacido. Mi abuela
según cuenta mi madre, falleció de una peritonitis cuando ella tenia tres. Le
quedó su hambre de madre, un hermano mayor y su papá, mi abuelo, que muy pronto
le regaló una madrastra en lugar de una muñeca. Una señora siniestra que la
maltrataba y castigaba .La “señora”, que jamás tuvo otro nombre que “mi
madrastra, en los escuetos relatos que escuché desde niña, y mi
abuelo , engendraron tres hijos. Supongo que el trabajo de mi
madre se incrementó y e hipotetizo que esa fue la causa por la cual, no
terminó la primaria. Tal vez la razón de haber ido hasta cuarto grado tuvo que
ver con el abandono del hogar por parte de “la madrastra”.Cinco
niños dejó “la madrastra”, dos ajenos y tres propios. Todos quedaron a cargo de
mi madre, sobre todo la hija más pequeña, una de mis tías que me lleva algunos
años, aún era “de brazos” y jamás conoció a quien la abandonara.
Entre tantos
padeceres apareció un joven, un amor parecido Pablo Echarry
y mi madre quedó embarazada, les contaba, hace más de cincuenta
años.
Se que la ayudó una amiga.
Mi madre a los diecisiete años, sin
haber terminado la escuela, obligada a ser madre antes que niña y adolescente,
menos mujer, tuvo a su hijo, un bebé de cuatro kilos y medio, a las dos y 10 de
la madrugada de una catorce de noviembre, en el hospital de Moreno.
Hay mucho
mas en esta historia, que forma parte de mi historia. Mía porque debí ser una
especie de Sherlock Holmes junto a mi psicoanalista, en busca de la
identidad fragmentada e intentar reconstruir una historia inundada de silencios.
Ahora sólo quiero decirles que mi madre no abortó.
II
En mil novecientos
cincuenta y ocho, a las 14 .10 horas del sábado veintidós de noviembre, en medio
de la impaciencia de la familia de mi padre y los dolores de mi madre , decidí
finalmente acomodarme en tan poco espacio y salir del ùtero para pasar a
mi actual y añeja intemperie. Única hija del matrimonio ante Dios y ante la Ley
de mi padre con mi madre, celebrado en febrero de mil novecientos
cincuenta y ocho, pesaba yo al nacer cuatro kilos, novecientos gramos. Mi
hermano estaba, en un mientras tanto que duró casi una vida, en casa de una
familia que lo cuidaba, lejos, en otra ciudad. Pero este no es el tema
aunque nos conocimos, fuimos amigos, nadie nos dijo de la hermandad pero a
nuestro modo y hasta que yo, la hermana mujer, rompí el silencio de mis mayores
provocando la palabra hubo un saber no sabido que nos unía como nos habìa unido
compartir mismo el ùtero .
Al tercer mes de embarazo de mi madre acuden
junto a mi padre, supongo, al doctor X , debido a reiteradas pèrdidas de
sangre que tuvo mi madre.El doctor
indicò que se realizara un aborto
fundamentando inconvenientes que desconozco.Una vez màs , mi madre sigue
adelante con su embarazo. Mi padre a su manera, hipotetizo, la acompañò en
la decisión ya que deseaba ser padre.Y
lo fue. Fue padre de una niña y
dicen que deseaba tener una hija mujer.Esa mujer soy yo y me estoy pariendo cada
dìa , todos los dìas.






G.Canguilhem dice que Michel Foucault sustituye -o estima que se ha sustituído- la cuestión tradicional ¿qué es pensar? por la cuestión ¿qué es hablar?". A la pregunta de Nietzsche "¿quién habla?", Mallarmé había respondido:"la palabra". Es Foucault quien agrega, "Toda la curiosidad de nuestro pensamiento se centra ahora en la pregunta: ¿Qué es el lenguaje, cómo abordarlo para hacerlo aparecer en sí mismo y en su plenitud?"
















No hay comentarios: