
Contrariamente a lo que afirman los ingenuos
(todos lo somos alguna vez),
no basta decir la verdad.
La verdad serviría muy poco en el trato con las personas
si no fuera verosímil,
y tal vez debiera ser esa su cualidad principal.
La verdad es apenas la mitad del camino,
la otra mitad es la credibilidad.
Por eso hay mentiras que pasan por verdades
y verdades que son consideradas mentiras.
Josè Saramago,
en
El Equipaje del Viajero